Para tu familia, compañeros y amigos, con perfume y color de rosa, cuando la espina nos sangra el corazón
AL COMPAÑERO JERÓNIMO DESDE “LA PERIFERIA”
Porque “morir no es morir, la muerte es vida” para los creyentes, desde mi particular “periferia”, quiero cantarte al inicio de tu nueva y definitiva vida. Fuiste el único servidor a quien he podido acudir en las obligadas gestiones oficiales. Lo he publicado a los cuatro vientos, no en el día de las alabanzas. Con tu cercanía, prudencia, acogida al hermano, con tu sencillez y humildad, te adelantaste a los gestos del Papa Francisco, en sintonía perfecta con sus palabras, que dan y quitan la razón a muchos comportamientos.